jueves, 30 de mayo de 2013

FACTORES INCIDENTES EN LA RELACION INFLACION-DESEMPLEO

Por: ANA CAROLINA RODRIGUEZ COLAMARCO

INTRODUCCION


La discusión sobre la relación entre inflación y desempleo, ha causado polémica desde que se planteó la curva de Phillips, muchos teóricos han refutado o bien ratificado, el planteamiento inicial, pero cada uno de ellos ha contribuido a la creación de diferentes modelos que estudien dicha relación, teniendo en cuenta diferentes variables según sea el caso.

 La relación entre inflación y desempleo es el objeto de estudio de este documento, teniendo en cuenta dos modelos, uno es “el modelo de inflación después de la crisis” creado por Stock y Watson (2010) y el otro es la NAIRU, aplicada para Colombia por Arango, Garcia y Posada (2011), ambos modelos, tienen en cuenta diferentes variables, lo que hace interesante su aplicación.

Para entender mejor este documento, se ha dividido en cuatro grandes partes, la primera CONCEPTOS TEORICOS, hace una contextualización básica en los antecedentes que dieron pie a los modelos a tratar; la segunda parte EL MODELO DE STOCK Y WATSON, se centra en algunos de los resultados del estudio realizado para la creación de su modelo; la tercera parte INFLACION Y DESEMPLEO EN COLOMBIA, nos habla sobre las variables tenidas en cuenta para calcular la NAIRU para Colombia desde 1984 al 2010; y por ultimo en la cuarta parte encontraran las conclusiones a las que nos llevo esta pequeña investigación.

I CONCEPTOS TEORICOS

La relación entre inflación y desempleo ha sido un tema de discusión y profundo debate entre los economistas de hoy en día, es tanto así que después de 50 años de su planteamiento no se ha logrado llegar a un acuerdo sobre dicha relación y su impacto para el manejo de las políticas macroeconómicas.

Desde el planteamiento de A.W.  Phillips en el  1958 en el que estableció que existía una correlación negativa entre la tasa de desempleo y la inflación, de manera que cuando el desempleo era bajo, la inflación tendía a ser alta y al contrario que en los periodos en que el desempleo era alto, la inflación tendía a ser baja, se han planteado muchas teorías que contradicen o reafirman el postulado inicial.

Los planteamientos han sido variados y van desde las consignas monetaristas de considerar que la curva de Phillips solo surgió como una forma de darle al planteamiento keynesiano una estructura que permitiera ajustar su modelo ante la falta de uno que explicara la inflación, hasta cuestionamientos que consideran que es simplemente una relación empírica sin ninguna base teórica sólida.

En los años 70, Friedman (1968)  y Phelps (1967, 1968) plantearon una hipótesis, en la que se sustentó que la relación inflación - desempleo no necesariamente era una relación estable, sino que existe una tasa natural de desempleo, la cual se definía como aquella tasa de desempleo en la que la economía convergiría en el largo plazo en ausencia de cambios estructurales en el mercado de trabajo. Ahora una nueva variable aparecía en esta disyuntiva: la inflación esperada. Un incremento en la inflación esperada estaba asociado con un incremento igual en la inflación actual. A esta hipótesis se le denominó “curva de Phillips aumentada con expectativas”.

Esta definición tiene una importante implicación y es que la política monetaria expansionista llevaría a incrementos en la inflación que no venían acompañados de disminuciones en el desempleo. Inclusive, según Friedman, “una inflación más alta podría incluso tener efectos opuestos, es decir, a largo plazo, se podría aumentar el desempleo.”

Posteriormente, la teoría de la tasa natural, fue pulida,  al introducir en el análisis la forma de cómo los individuos basan sus expectativas. En primer lugar se asumió que estas expectativas, eran de carácter adaptativo, es decir, que la inflación esperada no era más que un promedio de la inflación pasada.

 Para esta década ya el planteamiento inicial, empezó a evolucionar y se le incluyeron otros ingredientes. Pero también se dio pie a una nueva discusión entre inflación y desempleo.  Para algunos, aceptar las expectativas adaptativas como una descripción del mundo, siendo estas totalmente indiferentes a los regímenes monetarios es una hipótesis que no se sostiene por sí misma. Sobre  este postulado, se fundó “la revolución de las expectativas racionales”, donde se puede decir que los individuos siempre actúan de manera racional, es decir, cada individuo predice el futuro utilizando toda la información con la que cuentan y se basa en teorías verdaderas, de hecho que es muy difícil que caigan en errores sistemáticos.

A partir de estos postulados, el concepto de tasa natural de desempleo ha sido abordado desde diferentes puntos, pero una de las caracterizaciones más importantes es la que se basa en un concepto más dinámico que la define como “una tasa de desempleo en la cual la inflación se estabiliza en ausencia de sorpresas en la formulación de salarios y precios; este concepto presente en la literatura moderna de los mercados laborales actualmente es conocido como NAIRU (Tasa de desempleo no aceleradora de la inflación)”.

La NAIRU, tuvo su origen en los desarrollos analíticos de la curva de Phillips. Donde fue definida por Modigliani y Papademus (1975), como “[…] la tasa tal que, siempre que el desempleo este por encima de ella, se puede esperar una caída de la inflación – excepto tal vez cuando se parte de una tasa (de inflación) muy baja”.

Con los años, la curva de Philips ha sido cuestionada o aceptada por distintos teóricos, quienes a su vez han realizado aportes importantes para complementarla y hacerla mucho más exacta ó se han dedicado a buscar los errores que la hacen inexacta, planteando hipótesis que en muchos casos han sido correctas.

Teniendo en cuenta esta pequeña reseña conceptual, pasaremos al punto de estudio que concierne esta investigación, la relación entre la inflación y el desempleo, teniendo en cuenta los modelos que se han venido creando a partir de la curva de Phillips, haciendo énfasis especialmente en el propuesto por Stock y Watson (2010) y la estimación de la Nairu en Colombia.

II MODELO DE STOCK Y WATSON

Stock y Watson (2010) defininen su propuesta de la siguiente manera, “Proponemos un modelo fuertemente parametrizado en el que la desviación de la inflación a partir de una tendencia estocástica (que interpretamos como se espera a largo plazo inflación) reacciona de forma estable a una nueva medida de la brecha, lo que llamamos la brecha de la recesión el desempleo. La respuesta a corto plazo de la inflación a un aumento de esta brecha es estable, pero la respuesta a largo plazo depende sobre la capacidad de recuperación o anclaje, de la tendencia inflacionaria. Las Simulaciones dinámicas (dada la trayectoria del desempleo) coinciden con los caminos de la inflación durante el post-crisis 1960, como la actual.” Por consiguiente se puede decir que el modelo propuesto por ellos, aplica para la crisis actual.

Cabe destacar, que su estudio, se centra solo en una parte de la curva de Phillips - lo que ocurre durante las crisis - y no dice nada sobre el comportamiento de la inflación en los auges. Esto se argumenta ya que la brecha de recesión no es una medida de la brecha estándar, en el sentido de que sólo mide la gravedad y el momento de las contracciones económicas.

Tres importantes fuentes de incertidumbre, enmarcan su estudio, el primero se refiere a la incertidumbre de su modelo econométrico, donde el movimiento a largo plazo de la inflación en respuesta a una disminución a corto plazo dado en la actividad depende de la volatilidad del componente de tendencia de la inflación: si la tendencia es resistente a continuación, la inflación vuelve a la tendencia, pero si la tendencia es volátil a continuación, la tendencia refleja la inflación. Estas dos situaciones, fueron analizadas en su estudio y encontraron, que dichas situaciones se encuentran en el registro de los últimos 50 años en Estados Unidos.

La segunda, se refiere a la necesidad de las proyecciones de recesión actual de extrapolar las tasas de inflación bien sea en el borde o fuera del rango de datos; en la mayoría de los casos el realizar la extrapolarización, no se puede confirmar con firmeza mediante pruebas estadísticas. Igualmente, argumentan que  “la dinámica de la inflación podrían cambiar en la región en la que la política monetaria convencional se vuelve ineficaz y el modelo paramétrico podría estar mal equipados para manejar esto”. Lo que aclara que para la aplicación del modelo, se debe tener en cuenta la efectividad de la política monetaria que se implemente.

En tercer lugar, encontraron que existe un episodio clave que no coincide con la regularidad histórica, refiriéndose al aumento de la inflación a finales de 2003 hasta 2004. Aumento que se dio a pesar de la "recuperación sin empleo", en el que la tasa de desempleo permaneció en varios casos, cerca de su pico. Su conclusión proclama, “Debido a que la tasa de desempleo se mantuvo alto, el modelo brecha recesión predijo caída de la inflación con respecto a 2004, cuando, de hecho, la tasa de cuatro trimestres de la inflación se incrementó en 0,7 puntos porcentuales desde el 1,5% en 2003 al 2,2% en 2004.” Para este incremento, encontraron dos explicaciones principales, la primera es que el aumento se debió a factores especiales y los aumentos de precios externos a la economía de EE.UU., que a su vez pasa a través de la inflación subyacente; y la segunda, se refiere a que el aumento de la inflación subyacente en los primeros meses de 2004 se atribuye principalmente a los costos de energía (que habían aumentado considerablemente) ya una depreciación del dólar. Pero esta explicación, no concuerda con la evidencia econométrica encontrada referente a los precios del petróleo, y aunque los precios de la vivienda aumentaron considerablemente durante el 2004 el componente de vivienda del PCE no empezó a aumentar considerablemente hasta finales de 2005, mucho después de la elevación inexplicada de la inflación en 2004.

En pocas palabras, este modelo pone en tela de juicio, que la relación inflación – desempleo, está dada por diferentes predictores, como lo son la brecha de la recesión del desempleo, la volatilidad de la volatilidad del componente de tendencia, el nivel de la inflación, la tasa de utilización de la capacidad, el PIB real, el índice de la producción industrial, el empleo, las expectativas,  las políticas monetarias y los precios de energía y vivienda. Cada uno de estos predictores juega un papel importante, ya que algunos pueden dar la explicación a muchos de los cuestionamientos en cuanto a la relación entre inflación y desempleo.

III INFLACION Y DESEMPLEO EN COLOMBIA

Desde hace algunos años, en Colombia se han estimado la NAIRU y la tasa de desempleo de largo plazo. Dentro del estudio realizado por Arango, Garcia y Posada (2011), se establece la Nairu para Colombia en el periodo comprendido entre 1984 y 2010, teniendo en cuenta las modificaciones que se han presentado en la estructura y las normas del mercado laboral, los cambios asociados al mayor nivel educativo de la población y el avance de la mujer en el mercado laboral, adicionalmente observaron cambios como el aumento de los costos laborales del salario y las reformas tendentes a flexibilizar el mercado laboral y reordenar el sistema pensional.

Para estimar la Nairu en Colombia, siguieron a Weiner (1993), quien supuso que la Nairu depende de la tasa de desempleo de un grupo particular que es eleje del proceso; en consecuencia, a partir de la misma, Arango, Garcia y Posada (2011), estimaron Nairu particulares para cada grupo escogido y la Nairu total.

El enfoque está compuesto por cuatro pasos:

1.    Estimación de una curva de Phillips.
2.    Obtención de la Nairu para el grupo básico.
3.    Se toman en cuenta los grupos demográficos y se obtiene la tasa de desempleo para cada grupo.
4.    Se calcula un promedio ponderado de las Nairu de los grupos, estimándose así la Nairu total.

En el primer paso, observaron la existencia de distintos regímenes en la curva de Phillips: el primero, que correspondía al subperíodo de 1984 a 1988, que fue una etapa de expansión económica; el segundo, correspondiente al subperíodo de 1989 a 1993, etapa que fue marcada por profundas reformas económicas; el tercero, de 1994 a 1999, etapa caracterizada por la implementación de la Ley 100, por una rápida expansión económica y al cierre de la década de los 90, por una fase de aguda recesión; y el cuarto, correspondiente al subperiodo de 1999 a 2010, que estuvo marcado por un constante auge, en especial después de 2002.

Para la obtención de la Nairu del grupo básico (segundo paso), realizaron diferentes estimaciones tendientes  corregir la Nairu por factores demográficos.

Dentro de los resultados obtenidos en dicho enfoque, se observaron que entre diciembre de 1994 y marzo de 2001 la tasa de desempleo aumento a un ritmo promedio mensual de 0,18% mensual, mientras que entre junio de 2001 y diciembre de 2007 cayó a un ritmo promedio de 0,11% mensual, pese a la fuerte expansión económica. Estos datos, y su causal, sugieren la existencia de algunas particularidades del mercado laboral colombiano. Como conclusión del resultado del enfoque, dicen, “Finalmente, el comportamiento de la tasa de desempleoindica el comienzo de un episodio de presiones inflacionarias al promediar la década anterior, ya que aquella se aproximaba a los niveles críticos que marca la Nairu estimada”.

Dentro del estudio realizado por Arango, Garcia y Posada, existe otro tema que es preciso tocar puesto que está relacionado con el cálculo de la Nairu.

III A INFLACION, METAS DE INFLACION Y DESEMPLEO

En Colombia, las cosas en materia de política monetaria, cambiaron a partir de 1991. Además de adelantarse una acción independiente, donde se fija de manera explícita una meta de inflación para cada año, acción que viene operando desde 1999.

Arango, Garcia y Posada (2011), realizaron una estimación de formación de expectativas, para después estimar una curva de Pillips(1958), similar a la de Weiner (1993). El resultante de esa variante se denomina “tasa de desempleo compatible con la inflación igual a la meta”. 

La importancia de la meta de inflación, se puede corroborar, ilustrándola junto con la inflación real, que para el caso del estudio, mostro que para el periodo de 1991 a 2010, se observo que entre principios de 1991 y diciembre de 1998 la inflación estuvo por encima de la meta. Lo que afirma que la meta de inflación puede servir como una aproximación a una regla de formación de expectativas.

Al aplicar la hipótesis de que los agentes formulan sus expectativas teniendo en cuenta tanto la meta como el desempeño de la autoridad monetaria con respecto al cumplimiento de esta, al modelo de curva de Phillips, se deriva una tasa de desempeño compatible con el cumplimiento de la meta, la cual  Arango, Garcia y Posada (2011) han denominado “Tadecim”. Para ellos, el valor promedio de la “Tadecim” se presento por la concurrencia simultánea de tres condiciones, las cuales especifican así, “a) expectativas que observan el pasado sobre todo cuando ha habido insuficiente credibilidad en la meta de la inflación; b) alta frecuencia de casos en los cuales la inflación observada ha sido superior a la meta; y c) trayectorias declinantes de las metas e inflaciones observadas.” De esta forma, concluyen “En cualquier caso, los niveles de Nairu y de la tendencia Tadecim sugieren la existencia de dificultades estructurales del mercado de trabajo que impiden que la tasa de desempleo pueda ser reducida de manera importante, sin incurrir en unos costos de mayor inflación”. Lo que nos lleva a pensar que si existe de cierta forma una relación estrecha entre inflación y desempleo.

IV CONCLUSIONES

La relación entre desempleo e inflación, ha sido abordada des de diferentes puntos de vista, todos aquellos validos según la situación en la que se implemente cada una de las teorías, las situaciones varían, según las políticas monetarias o las expectativas existentes, por lo cual se puede decir que cada una de las teorías tiene validez pero se debe analizar muy bien el entorno, antes de implementar cualquiera de ellas.

El modelo planteado por Stock y Watson (2010), nos permite deducir que no solo existe una relación entre inflación y desempleo, si no que existen otros predictores que contribuyen a entender la situación de estos. Para esto es necesario tenerlos en cuenta con el fin de aclarar las dudas pertinentes a los resultados. De no tener en cuenta dichos predictores, los resultados podrían ser inexactos, ya que dichos predictores descartan o afirman las causas de los cambios en la relación.

El contraste entre el modelo de Stock y Watson y el estudio realizado por Arango, Garcia y Posada (2011), permite concluir que la política monetaria influye en gran parte la relación entre inflación y desempleo, y que en el caso de Stock y Watson, de esta depende el éxito en la aplicación del modelo.

Arango, Garcia y Posada (2011), concluyeron que el fijar de manera explícita una meta de inflación para cada año, puede servir como una aproximación a una regla de formación de expectativas, puesto que en el caso colombiano y según su estudio, donde en algunos años analizados, el resultado superó la meta estipulada.

REFERENCIAS

ARANGO, Luis; GARCIA, Andres y POSADA, Carlos (2011): “Inflación y desempleo en Colombia: Nairu y tasa de desempleo compatible con la meta de inflación (1984-2010)”, El mercado del trabajo en Colombia: hechos, tendencias e instituciones, pp 333-349.

FRIEDMAN, M.: “Inflacion y desempleo”, Los premios Novel de Economía 1967-1977, fondo de cultura económica, Mexico, 1978.

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MODIGLIANI, F. y L. PAPADEMOS (1975): “Targets for monetary policy in the coming year”, Brookings Papers on Economic Activity, vol 6 (num1), pp 141-166. URL: http://www.jstor.org/discover/10.2307/2534063?uid=3737808&uid=2&uid=4&sid=21102345819407

PHELPS, E. y ZOEGA, G. (1998): “Natural – Rate theory and OECD. Unemployment”, The economic Journal 108, may 1998. URL: http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/ecoj.1998.108.issue-448/issuetoc

PHILLIPS, A. W. (1958). “The relation between unemployment and the rate of change of money wage rates in the United Kingdom, 1861-1957”. Economical 25: 283-299. URL: http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/j.1468-0335.1958.tb00003.x/pdf

STOCK, James y WATSON, Mark (2010): “Modeling Inflation After the Crisis”, National Bureau of Economic Research, 1050 Massachusetts Avenue Cambridge, MA 02138, October 2010. URL: http://www.nber.org/papers/w16488.pdf?new_window=1


WEINER, S. (1993): “New estimates of the natural rate unemployment”, Economic Review, (num Q IV), pp 53-69. URL: http://www.kansascityfed.org/PUBLICAT/ECONREV/EconRevArchive/1993/4q93.pdf#page=55